martes, 15 de noviembre de 2016

EL TORSO SEGÚN PILAR OLIVERO

Este viernes 18 de noviembre el MUBA-Museo de Bellas Artes René Brusau inaugurará la muestra “El torso no miente”, de la artista chaqueña Pilar Olivero. La inauguración tenrá lugar a las 20,30, en la Sala 2 del Museo, sito en la Casa de las Culturas, Marcelo T. de Alvear y Mitre. El acceso es libre y gratuito.
Esta muestra es la quinta y última exhibición seleccionada por la Convocatoria para Proyectos Expositivos 2016. Permanecerá habilitada hasta el sábado 24 de febrero de 2017.
Pilar Olivero nació en Resistencia en 1985, donde vive y trabaja. Fue becada por el Fondo Nacional de las Artes para el Taller de Análisis y Seguimiento de Obra en Chaco, Corrientes, Misiones a cargo de Roberto Echen y Pablo Siquier (2014/2015),  y por el Programa para Artistas Visuales del Instituto de Cultura del Chaco a cargo de Diego Figueroa (2014). Forma parte del colectivo “Crear con Luz”, con el cual realiza desde 2013 talleres y exposiciones. Realizó exposiciones individuales y colectivas en Chaco, Corrientes, Córdoba, Misiones y Buenos Aires.

El torso no miente.
“31 días en un hospital en terapia intensiva. El tiempo pasa muy lento -afirma la artista, Pilar Olivero-. Dicen que cuando la mente está feliz se expande, entonces el tiempo parece corto. Cuando la mente está triste se contrae, entonces el tiempo parece demasiado largo, y que cuando la mente está en equilibrio trasciende el tiempo. Vi como la muerte sucede de un momento a otro. La pérdida, la angustia y el dolor van acompañados de la esperanza y el movimiento de una pequeña parte del cuerpo, el cual se deteriora día a día. La vida es una combinación de formas y abstracciones. Los sentimientos no tienen forma pero sus expresiones sí la tienen. El ser no tiene forma pero su morada sí la tiene. El cuerpo es cambiante, el ser es inmutable. El cuerpo habla del Paso del tiempo, de las cicatrices”, concluye.
Sobre su obra, Olivero comenta que “las imágenes son tomadas por una caja de cartón con dimensiones en donde cabe un papel fotosensible de 10x15 cm, “eso nos proporciona un negativo que se convierte en el punto de partida de una imagen de 2x2 metros”, amplía. Son 15 retratos blanco y negro de diferentes torsos desnudos que tendrán como contexto además una instalación que recrea un hospital.
Julia Rossetti escribe en el catálogo: “El rostro es redundancia, afirman Deleuze y Guattari en sus Mil Mesetas. Los devenires clandestinos ocurren cuando conseguimos desrostrificar el cuerpo, pensar este “cuerpo sin órganos”, poblado por puras intensidades que pasan y circulan. Pero aquí la omisión del rostro no es emancipación de las identidades dadas: es más bien operación de anestesia de los sentidos y emociones –esos que codificados hacemos visibles con las expresiones faciales. Anulados están los gestos de dolor, agonía, remordimiento, incomodidad; debajo de una extraña y terrorífica máscara homogeneizante.
En el hospital o en la vida, ser pacientes –palabra que proviene del latín patiens, patientis– significa sufrir, aguantar, padecer. Esperar que algo externo a nuestra voluntad opere en pos de nuestros deseos y bienestar. Cuerpo y tiempo materializan en la obra esta idea del padecimiento: el cuerpo sin identidad; el cuerpo-carne que respira artificialmente; cuerpo fluido-sangre-materia de la que estamos hechos todos; cuerpo –paciente– suspendido en el frío paréntesis de la internación, mientras el tiempo sigue su curso y cuyo decurso, más tarde o más temprano, no es más que la muerte.
Así mismo, frente a la trágica conciencia de nuestra condición de efímeros cuerpos en constante descomposición, Pilar echa luz para hacer visibles esas otras señas particulares: cicatrices, arrugas, lunares, manchas que el cuerpo carga consigo y acumula como pequeños tesoros. Nos propone pensar en el torso como lugar donde late, inhala y exhala el individuo.
El torso no miente –lugar donde todas las afectaciones se recodifican en el pulso y la respiración. Se torna el cuerpo ahora constelación de marcas que podríamos unir para obtener una imagen alternativa de nosotros mismos –esa que se forma de los recorridos e intersecciones, de la exposición al calor, al frío, a los abrazos, a la luz y a la sombra. Sobre la piel-cuerpo-territorio que acoge huellas de diversas profundidades; emerge una cartografía individual que vaciada de toda clasificación es experiencia e intensidad pura, y que definitivamente comienza en cualquier punto del cuerpo.”


No hay comentarios.:

Publicar un comentario